20 septiembre 2013

Cucharas de madera pintadas - DIY

De los tropecientosmil proyectos de manualidades y DIY que tengo pendientes, éste es seguro el más fácil... para cualquiera que no tenga el cerebro de un berberecho como es mi caso. Porque ¿cómo he podido acabar con un trozo de dedo menos pintando unas cucharas de madera? Pues para los berberecho-minded  es posible.
Así que tranquilos, si vuestro cerebro no es de molusquillo, conservaréis intacto vuestro cuerpo.
Como os decía, esta manualidad reúne varios de los elementos que me parecen muy atractivos en los proyectos DIY.
1. Es muy fácil -> recordad, cerebro berberecho lo ha conseguido, tan sólo he tenido que pagar con algo de mi propia carne.
2. No necesitas mucho tiempo para hacerla -> garantía de que la terminarás y no acabará en el cajón de las manualidades-interruptus-porque-el-niño-se-despertó-de-la-siesta
3. El resultado es bonito, personalizado y práctico -> me cuesta encontrarles la gracia a las cosas "de adorno" sin más. Me gusta poder darle un uso a todo.
4. Es ideal para un detalle de regalo -> los regalos hechos a mano son muy bien valorados.  
5. Es barata -> Cada set de 3 cucharas me ha costado 1 eur y cada tubo de pintura 1,50 pero he usado muy poquita por lo que la podré usar en otros proyectos. No cuento en el presupuesto el trozo de dedo.
6. Pueden ayudarte los niños -> una vez más, siempre que no seas molusco y no se te ocurra utilizar cuchillos en un proceso para el que no se necesitan en absoluto.
Así que vamos al lío. La verdad es que prácticamente no hace falta explicación.
Necesitarás
  • Cucharas de madera sin tratar (sin aceites o barnices recientemente aplicados). Las mías las compré en packs de tres tamaños diferentes en Carrefour.
  • Pintura acrílica de los colores que te gusten.
  • Celo.
  • Un pincel.
Cómo se hace
  1. Prepara tu lugar de trabajo y comienza por poner un trozo de celo en el mango de la cuchara a la altura a partir de la que quieras delimitar la zona pintada. Yo he dejado un trocito de mango suficiente como para asegurar que  nunca voy a meter la pintura en la comida aunque una vez seca, la pintura no se desprende y no es tóxica.
  2. Pinta los mangos de las cucharas. Yo he decidido pintarlos todos a la misma altura de forma que si se alinean las tres cucharas la zona pintada empiece en el mismo sitio.
  3. Ponlos a secar en un bote con los mangos hacia arriba sin que la zona pintada choque con nada ni se toquen las cucharas entre ellas.
  4. Deja secar una hora y comprueba si necesitan otra mano de pintura (es probable que sí).
  5. Deja secar de nuevo un mínimo de 2-3 horas.
  6. Retira cuidadosamente el celo y deja pasar 2-3 semanas antes de utilizar las cucharas, lavarlas o meterlas en el lavavajillas.
Yo hice las verdecitas y ya me emocioné de ver lo rápido que se hacían y lo monas que quedaban así que pinté tres sets más para regalar también a mi madre, hermana y cuñada.
Hay muchas posibilidades: puedes pintarlas en colores lisos, o hacer dibujos con el celo para que queden con estampado de rayas, lunares, etc. Puedes dejar el comienzo de la pintura con una demarcación más precisa o más desigual sin poner el celo. Puedes hacer degradados de colores. Puedes hacerles un agujero en el extremo del mango y atarles una cuerdecita mona... aunque con estas cucharas que eran de maderita muy blanda no creo que quedaran bien pero les tengo echado el ojo a otras cucharas de TIGER a las que el agujero les quedaría muy bien. Es todo cuestión de creatividad personal y de gustos.
Y ahora la pregunta: ¿Que cómo me he rebanado un trozo de yema de dedo haciendo esto? Muy fácil, en mi impaciencia por ver cómo había quedado el último de los sets que hice la noche anterior me puse a retirar el celo por la mañana, esto es, 8 de la mañana, ojos que no enfocan aún a pesar de la ducha, y prisas de las de "hoy SÍ va a ser el día en que me echen del trabajo por llegar siempre tarde". Y como en esas condiciones, encontrar el extremo del celo requetepegado y pintado por encima no es fácil, decidí ayudarme con un cuchillo. Pero no para cortar, sino para hacer palanca. Vamos, un berberecho pero más burro que un arao. Y la cosa ha terminado con dos puntos de aproximación.


Mi cerebro junto al de otros como yo metido en formol en casa del Dr. Frankenstein





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3 comentarios:

  1. aaaayyyy... mujer, haber esperado a la tarde para retirar el celo :P jajajajaj... yo soy como tú, no hubiera esperado y con las prisas seguro que también me hubiera rebanado el dedo... jajajaja
    Las cucharas me encantan!!! Mira, manualidades para hacer en las lartas tardes invernales en Holanda :)
    besos y feliz fin de semana

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  2. Jajaja...berberechos al poder!!!
    Besos.
    Raquel

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  3. Hola guapa, no te conocia, soy compañera del Asalta Blogs y ahora visitando los blogs antes del gran momento (los que no conocia) pues te he visto!! Me encanta lo que veo!! Y encima esta genial entrada!!! Me parece una idea estupenda!! Me encanta!!! De verdad, no sé como expresarte y transmitirte que realmente creo que has hecho un gran trabajo con tu blog, ya he visto varias entradas y me parece que tienes unas fotos bellisimas y encima hay entradas super originales, como esta! Te aseguro que lo pondré en práctica!! Y chiquilla ten cuidado que menudo tajo!! Si es quee.. somos impacientes!!!
    Un besito guapa

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