14 enero 2015

Wonton frito en tiras con sal

Hay muchas formas de recuperarse de los excesos de las Navidades: propósitos de consagración a la lechuga, matrículas en el gimnasio, abstinencia de Nutella. Ninguna de ellas es tan eficaz como la que he empleado yo, pero la mía no os la recomiendo. Una bronquitis con tos de cavernícola y 10 días de antibiótico te dejan el estómago como para que no te entre ni un  krispi .  Se pierde la capa langostínica acumulada en un abrir y cerrar de ojos, pero os digo que no merece la pena. Yo el año que viene hago lo del gimnasio (lo de matricularme, que eso sólo ya adelgaza, de ir ni hablamos).

Y es que mi catarro ha venido con agravantes… y me vais a entender fenomenal todas las madres del mundo. Porque claro, cualquier persona normal no-madre (por ejemplo, un padre) al primer síntoma de resfriado, digamos… UN moco aislado, se encama, y más si está de vacaciones como era mi caso. Y al día siguiente, nuevo. Una madre, que normalmente tiene un cerebro privilegiado, en el momento del resfriado ve cómo su capacidad intelectual merma en proporción inversa al aumento de la fiebre, y en vez de encamarse, ¿qué hace? Pues en mi caso, con 38 de fiebre, me pareció una idea estupenda irme a la cabalgata de reyes. O lo que es lo mismo, a pasar 3 horas a la intemperie, a 5 grados y de pie.
La situación de congelación y embotamiento producido por la música y los petardos no fue nada comparada con el vértigo que me invadió al no saber si era un delirio o realmente estaban acercándose a mis hijas unos señorEs de 60 años vestidos de Bob Esponja y Patricio con unos disfraces infames caseros. Por un momento me dio vueltas todo y no sabía si estaba en la Puerta del Sol y Dora la Exploradora iba a liarse a guantazos, si me iban a dar un globo con forma de espada, una ramita de olivo para la buena fortuna, o unos caramelos.
La vuelta a casa ni la recuerdo. Debimos de movernos entre la muchedumbre como pudimos para llegar al coche y al llegar... descanso... pues ¡no! Ponte a hacer el roscón para el día siguiente, la cena, y acuesta a las enanas, y como castigo por  procrastinator , ponte a envolver todo lo que no has envuelto hasta ese bendito último momento. El licorcito de hierbas que dejamos para los reyes me lo bebí de tres tragos, uno detrás de otro en cuanto se acostaron las niñas con las esperanza de que el alcohol actuara como antibacterias en mi garganta. Ni falta hace deciros que no funcionó, pero me terminó de dejar sin conocimiento lo cual agradecí enormemente dadas las circunstancias. El agua de los camellos no me pareció terapéutica así que se la dejé.
Día 6 de enero por la mañana. Tremendos esfuerzos porque mi hija mayor no confunda a su propia madre con la Draculaura que le han dejado los Reyes: mismo  no-color  de cara, mismas ojeras negras, mismo aspecto de haberme levantado del ataúd para desayunar en familia vampira. La muñeca era la que no tenía los temblores, por lo demás, igualitas.
Y todavía falta ir a por los Reyes a casa de los abuelos y volver cargados como cada año.
Día 6 de enero por la tarde, por fin me acuesto. No me volvería a levantar hasta el día 11.
Eso sí, me he quedado para empezar a forrarme otra vez a polvorones. Tengo un apetito atrasado que me hace sentir incomprendida. Así que cuando llego a casa por las tardes, me doy secretamente al camembert con pan.
Bueno, y ahora os cuento cosas de la receta de hoy. Es un picoteo diferente que preparé un día de vacaciones para ver una peli con las enanas. Es un aperitivo que resulta muy ligero y está riquísimo y si lo preparais para invitados les vais a sorprender. Lo aprendí en GastroMAD 2014, nos lo enseño el chef que dirigía nuestro equipo, el simpatiquísimo y profesional Fran Rabazo, que nos dejó a todos ojipláticos con esta idea tan rica. La podéis comer sola, con un poco de sal, o un poquito de pimentón, o aderezada como queráis, o como acompañamiento crujiente de algún plato, como la empleamos allí. Yo ya tengo pensadas algunas ideas. Por ejemplo se me ocurre que puede estar muy rico este toque crujiente sobre un sabroso tartar de atún rojo… lo tengo que probar.
Bueno, os desvelo ya cómo está hecho.

Ingredientes
  • Un paquete de láminas de masa wonton oriental
  • Aceite de girasol
  • Sal, pimienta...
  • Pimentón de la Vera (opcional)



Preparación
  1. No puede ser más sencillo: se dejan descongelar las láminas cuadradas de masa wonton si es que las has comprado congeladas como es mi caso y se van tomando montoncitos de 6-7 láminas cada vez (son muy finas) y se cortan en tiras estrechitas, lo más estrechitas que se pueda con un cuchillo bien afilado.
  2. Se pone una cazuela pequeña y alta para emplear menos aceite, y se pone en ella abundante aceite de girasol a calentar. Tiene que estar bien caliente pero no demasiado. Haremos la prueba echando una tirita de la masa que hemos cortado, debe rizarse rápidamente pero mantenerse blanquita, sin quemarse. 
  3. Vamos friendo en tandas las tiras de masa wonton cortadas. Se doran en seguida así que hay que estar pendientes y en seguida acabamos. Se saca a una fuente con papel absorbente y se sala al gusto. Yo puse un poquito de pimentón de la vera que también me regalaron en GastroMAD2014, un toque muy muy ligero.
  4. Es crujiente y sabroso como pocos aperitivos. Probadlo!


Yo con mi FIEBRE el pasado sábado noche. 



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13 comentarios:

  1. Guapa, espero que ya estés recuperada y con las pilas para empezar el año!!! buenisima la receta, como siempre, sencilla y deliciosa!! tomo nota!
    un besote fuerte!
    Flor

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  2. Vaya, así que en vuestro equipo teníais aperitivo y Nieves sin soltar pena, jaja.

    Sobre catarros y otras lindezas que nos dejaron las navidades, mejor pasaremos página. Yo creo que las mujeres no tenemos el gen de elmundosologiraamialrededor :(
    Bss

    Elena

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  3. Jajajajajajaja como se te ocurre!!!

    Yo hice todo lo contrario a ti. Me refugié de la poca conciencia que aún me queda en los dulces brazos del gimnasio, y cuando me había subido a la máquina de tortura aeróbica para purgar mis pecados, la cabalgata de reyes empezó a desfilar ante mis ojos.

    Estaba yo frente a la vitrina (en mi gimnasio carabanchelero, con su cabalgata carabanchelera) y ahí que empezaron a desfilar bobesponjas, doras y niséquémas.

    Fue gracioso verlo sin bajarme de la elíptica, calentita y reconfortada. Luego salí y la hij****a de recepción me ofreció un trozo de roscón ¡a qué se pensará esta que vengo yo aquí!

    Desde luego. Pues nada, que el año que viene quedamos, te pones las zapatillas y nos vemos la cabalgata ahí, calentitas, haciendo deporte y con el trozo de roscón en la mano. Que duele menos. Y por las niñas no sufras, que sentadas en el frontal de la máquina la van a ver de miedo.

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  4. Ja ja eres la monda contando tus historias.Este invento que nos enseño el Fran es ya un habitual en casa y lo han probado bastantes ya, y les encanta.Siempre tengo wonton en el congelador.
    bss

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  5. Deseo que ya estés bien y siento lo de la cabalgata. Muchas gracias por este aperitivo tan rico 😋

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  6. Yo hace mucho que no padezco todo eso, no porque no me ponga enferma, sino que mi niña como ya es grande puedo quedarme agazapada en el sofá con la mantita a pasar el gripazo, pero te entiendo perfectamente, y ya sabes, una madre lo es 24 h al día 365 días a las semana durante el resto de tu vida...
    Y hablando del wonton frito ¡¡como nos abalanzamos sobre él, con el hambre que había!! por cierto, ahora me comería un buen puñado también.
    Besos y engorda un poquito que seguro que te hace falta jejeje..
    Nieves

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  7. Hola Bea! Ya tenía ganas de leerte de nuevo. Espero que ya estés bien, vaya tela con la bronquitis. Ahh! Muy original la receta! Tiene que estar rico.
    Un beso

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  8. jaajajaja... lo siento, pero hasta con tus males me haces reír... jaajajajajaja... La foto de la fiebre del sábado... insuperable!!! jaajajajajaa
    Mira que eres madre abnegada... yo te admiro por eso. Yo sólo tengo una y a veces me cortaría las venas... jaajaajajaja
    Cuídate mucho y aprovecha, que al menos algo bueno has sacado con el trancazo... que ahora puedes atiborrarte a lo que quieras, que ya tienes hecha la operación post-navideña ;)
    Este aperitivo, picoteo, me ha encantado... estoy deseando salir al súper a por wonton... ya podría ir, que cierran el súper a las 22.00 horas, y son sólo las 20.00, pero creo que a mi hija no le haría ninguna gracia salir ahora mismo ni a por galletas de estrellas que tanto le gustan... jaajajajajaa
    besos guapa!!!

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  9. Que arte tienes Bea, que arte!!!!!
    Me parto con tus entradas .. ya pensaba que mas im-po-si-ble jajaja pero te superaste, veo que empezaste el año con fuerza ;))
    Te juro que te estaba leyendo y me daba tanto la risa y me gustaba tanto que en vez de seguir leyendo volvía empezar jajajajajajaja ( queriendo evitar llegar al final porque no quería que terminara) :)
    Eres la MEJOR!!!
    La receta muy originial.
    Besos.

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  10. Hola Bea, feliz año!

    No te lo tomes a mal, pero a mí me va de fábula que me vayas explicando tus experiencias con tus peques, porqué ya voy viendo qué me voy a encontrar... y a parte de eso, me alegro que tu señor Catarro (porqué tal y como lo describes es mayúsculo) se esté desvaneciendo, y olé por ser una súper mami, que estoy seguro que muy poca gente es capaz de hacer sacrificios del estilo. Creo que los renacuajos son una buena manera de ponernos a prueba, verdad?

    Estos wonton fritos tienen una pinta espectacular, yo me veo con ellos en plan sesión cine y palomitas, cambiándolas por el wonton... eso si, sin peque, siempre que sea posible.

    Un besote, y que te acabes de recuperar en breve!!

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  11. Hola guapa, feliz año que he estado desaparecida, ya de vuelta y publicando. Aunque con retraso no podía dejar de comentar estos wontons que tanto nos encantaron en GastroMad. Yo también los hice, aunque sin foto, y son geniales para decorar lo que sea. Lo de estar mala y ser madre incompatible "draculaura"!! Un beso

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  12. Espero que ya estes curada del todo, Bea. Desde luego que a pesar del gripazo, tu sentido del humor sigue estando en plena forma.
    Un besote
    Maite

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  13. Jajajaja. Ay de verdad, me río con el post pero, pobre tú. Con las ganas que tendrías de encamarte, y ahí, pasando frío en la cabalgata, rodeada de señores raros vestidos de dios-sabe-qué-y-por-qué y con un fiebrazo para asar castañas... Espero que ya de esta te vuelvas inmune a los catarros y los gripazos, por lo menos este año.
    La receta, como siempre, súper original y rica =)
    Un besote gordo guapi!

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